Algunos de los grandes éxitos de despidos de managers a mitad de temporada – primera parte

Picture credit score: Kevin Sousa-USA In the present day Sports activities

Traducido por Martín Alonso

Cuando los Toronto Blue Jays despidieron al entrenador Charlie Montoyo el 13 de julio, se complacieron en practicar la eternamente honrada tradición de remover al hombre del dugout y reemplazarlo con alguien más que simplemente estaba ahí, en respuesta a un equipo decepcionante. Por mucho tiempo, algunos equipos han hecho esto tan seguido que han llegado al punto de parodiarse a sí mismos (véase: los Yankees de George Steinbrenner antes de Joe Torre.) Otros equipos más racionales han raramente recurrido a este acto desesperado, con los Dodgers haciéndolo una sola vez entre 1898 y el presente (hicieron cambios en otras dos ocasiones, pero en ambos casos fue porque el entrenador se retiró.) A veces la táctica funciona, muchas veces no, pero siempre es fascinante verlos intentar. Hay muchos ejemplos para una lista inclusiva de cada despido, e incluso si lo hubiese, 95% de estos sería sumamente redundante. Aquí tenemos media docena de ejemplos de la pila, ranqueados en orden inverso desde el más benigno pero fuera del agua hasta el más siniestro pero exitoso.

6. John McNamara

Boston Pink Sox, 1988. Récord de McNamara: 43-42. Nuevo mánager: Joe Morgan (No ese). Récord closing: 89-73.

McNamara había sido debilitado por su rol en la debacle que fue la Serie Mundial de 1986, empeorado por tener una siguiente temporada desastrosa marcada por un clubhouse cada vez más desunido. McNamara, fatalmente subjetivo en favor de sus jugadores veteranos, fue incapaz de unir las facciones. Las faltas fueron expandidas más aun porque en 1988 se reveló que Wade Boggs estaba teniendo una relación extramarital con Margo Adams y algunos de los tremendous veraces comentarios que había hecho sobre miembros de su equipo. Ella también compartió que poseía fotos de compañeros de equipo de Boggs con mujeres que no eran sus esposas, fotos que Boggs había tomado como póliza de seguro en caso fuese expuesto. El dueño de los Pink Sox, Jean Yawkey, finalmente despidió a McNamara a mediados de julio con el fin de acabar, de acuerdo con el Boston Globe, “la atmosfera de circo que culminó en una serie de episodios fuera del campo.” Esto se refería a la violencia interna del membership por el asunto de Adams. Yawkey había sido crítico de McNamara por mucho tiempo. Esperando prevenir esto, la oficina principal no había preparado una listo de potenciales reemplazos. Por eso el coach del bullpen, Joe Morgan, tomó el puesto por default. El equipo ganó 19 de sus siguientes 20 partidos, mejorando un déficit de 7 juegos en la LA Este. Los resultados después de esto fueron más equívocos, pero los Pink Sox fueron capaces de ganar un título en un débil año divisional. Managers de la vieja escuela como John McGraw probablemente se involucraban, después de los partidos, en monitorear las actividades de voyerismo y chantaje de sus jugadores, pero nunca se le ocurrió a McNamara hacer lo mismo.

Hoy en día, los jugadores están involucrados constantemente en guerras clandestinas de este tipo, pero todo se lleva a cabo en Instagram y es manejado por equipos de TI. Es muy parecido al equipo de fantasía de futbol americano de Mike Trout, pero con más cuerpos desnudos.

5. Bucky Harris

Filadelfia Phillies, 1943. File de Harris: 39-53. Nuevo mánager: Freddie Fitzsimmons. Récord closing: 64-90.

Los Phillies tenían un nuevo dueño, el joven magnate de leña William Cox, con expectativas irreales dado que el equipo venía de cinco temporadas consecutivas con 100 partidos perdidos y los buenos jugadores estaban en las fuerzas armadas. Cuando el mánager veterano Harris no pudo voltear al equipo para el 28 de julio, Cox lo despidió bajo el pretexto de que Harris había insultado a los jugadores. Los jugadores se rehusaron a prepararse para el siguiente partido hasta que Cox se disculpó con Harris y le permitió renunciar en lugar de ser despedido. Cox hizo esto y luego publicó un comunicado de 2,000 palabras atacando a Harris. Harris respondió diciendo que no había llamado patanes a los jugadores, pero que Cox definitivamente period uno. De hecho, period un “Patán All-American”. Luego, como un paréntesis, añadió, “Es un buen tipo por despedirme cuando apuesta en partidos en el que su membership participa.” Y el comisionado Landis, atormentador de los Black Sox, dijo “Espera, ¿qué?” Y ese fue el fin del mandato de Cox.

Harris fue añadido al Salón de la Fama en 1975. La moraleja de la historia: Si los equipos tuviesen seminarios sobre las historias de los clubes como parte de la inducción de sus jugadores nuevos, Pete Rose hubiera escuchado esta historia en 1979 y también seria parte del Salón de la Fama.

4. Hank Bauer

Baltimore Orioles, 1968. Récord de Bauer: 43-37. Nuevo mánager: Earl Weaver. Récord closing: 91-71.

Consejo de oficio para los mánagers: Trata de no tener a un genio del beisbol detrás de ti. Bauer se hizo cargo de los Orioles en 1964 y supervisó tres temporadas consecutivas de 90 victorias y, en 1966, derrotó a los Dodgers en cuatro partidos en la Serie Mundial. Este fue el primer campeonato en la larga y letárgica historia del membership. En 1967, el membership se desplomó a una racha de 76-85 debido a varias lesiones a jugadores clave. Al closing de la temporada, el gerente basic Harry Dalton despidió a varios de los entrenadores de Bauer y le pidió que renuncie a pesar de tener un año más en su contrato. Bauer se rehusó, pero se vio forzado a tener al longevo mánager de ligas menores de los Orioles, Earl Weaver, instalado como el entrenador de primera base. No hubo ningún incidente especial cuando Bauer fue finalmente despedido excepto quizás que el equipo se encontraba 10.5 juegos por detrás de los lideres de la liga, los Tigers (los Tigers solían ganar cosas.) Bauer period el mánager estándar, útil para todos los días, quizás enfocado muy poco a favor de jugadores veteranos en un equipo con tendencia hacia la juventud, y Dalton sabía que tenía una presencia galvánica en la organización.

Claro, Bauer ganó una Serie Mundial, pero el beisbol es el juego de “¿Qué has hecho por mi últimamente?” La verdad, todo es así.